El mármol travertino es una piedra natural que se ha utilizado durante siglos gracias a sus grandes características y acabados. Aunque hoy en día podemos encontrar materiales de construcción más económicos, el travertino sigue siendo una gran apuesta para aquellos que buscan calidad y acabados de lujo.
Algunas de las ventajas del mármol travertino son su durabilidad, su fácil mantenimiento y su bella apariencia. Si está pensando en utilizar mármol travertino en tu próximo proyecto, asegúrate de seguir leyendo para obtener más información sobre este increíble material.
Características del mármol Travertino
El mármol travertino es una forma de piedra caliza que se forma en agua dulce, con ciclos de agua y carbono. Su característica textura porosa se debe a las burbujas de gas que quedan atrapadas en la piedra cuando se forman las capas.
El nombre Travertino deriva de la palabra italiana ‘Travertine’, que hace referencia a la región de Italia donde se encuentran las canteras más famosas de este tipo de piedra. Aunque no se limita a Italia, la piedra italiana es sin duda la más conocida.
Usos del mármol Travertino
El mármol travertino se puede usar en aplicaciones interiores y exteriores. En el interior, se utiliza en suelos, paredes, techos, revestimientos de chimeneas e incluso encimeras de cocina, ya que se trata de una piedra fuerte y compacta muy resistente al uso. También es fácil de mantener, ya que se puede pulir fácilmente para recuperar el brillo. El color gris claro se clasifica como neutro y complementa una variedad de decoraciones diferentes. Sus tonos suaves son perfectos para las cocinas contemporáneas, mientras que las clásicas se benefician de su elegancia.
Aunque cambiemos otros aspectos de la cocina, un mármol como éste puede servir para toda la vida.
Acabados de lujo
Uno de los principales motivos por los que el mármol travertino es tan popular es por su capacidad de recibir diversos acabados, lo que le confiere un aspecto lujoso. Algunos de los acabados más populares son el apomazado, el pulido y el cepillado.
El travertino apomazado tiene una superficie lisa que es perfecta para zonas en las que se quiere conseguir un aspecto minimalista. El travertino pulido es una opción muy popular para los suelos de cocinas y baños, ya que les confiere un gran brillo.
Este tipo de acabado también es perfecto para zonas en las que se desea crear un aspecto elegante, como en un vestíbulo o un salón.